Nuestra empresa está situada entre las ondulantes colinas de Valdera, a los pies del pintoresco pueblo de Cedri, Peccioli. Finca que se extiende sobre 39 hectáreas de terreno, de las cuales 5 son olivares, 3 viñedos y el resto bosques y choperas, todo ello dentro de una finca de caza y fauna.
La altitud, unos 230 metros sobre el nivel del mar, el suelo caracterizado por arenas arcillosas, donde es fácil encontrar fósiles de conchas y el clima marítimo suave, dan vida a productos característicos del territorio.
Producimos vinos orgánicos IGT (Nigredo – Albedo – Rubedo) con vides autóctonas de la Toscana, incluidas Sangiovese, Foglia tonda, Canaiolo y Vermentino, y aceite de mezcla IGP EVO toscano y monocultivar producido gracias a los numerosos olivos centenarios presentes en nuestra empresa que hacen que el paisaje circundante sea único.
Nuestra finca está certificada por la organización ecológica europea BIOAGRICERT.
Un proyecto que, como una semilla, hunde sus raíces en el Tiempo y la Tierra, para luego brotar en busca de una nueva Luz.
“El deseo de integrarse en el flujo de la tradición se convierte en una oportunidad para regenerar el patrimonio agrícola y cultural de una manera contemporánea: redescubriendo un sabor antiguo con una conciencia más profunda.
Los productos que nacen de la Tierra por el favor del tiempo y el sudor del hombre se conservan y protegen en lo más profundo de ese suelo que les otorgó la vida.
Un conjunto de elementos monolíticos que emerge de la colina y mira el paisaje con respeto y admiración, alejándose de lo sublime que lo rodea”